Sin duda, la pandemia ha afectado a muchas familias chilenas en todos los aspectos, sin embargo, siempre hay personas que quieren aportar su grano de arena para poder ayudar. Solidaridad, compromiso, dedicación y empatía, son algunas de las características que destacan a los integrantes de las juntas de vecinos de Mejillones.
El trabajo en pandemia no ha sido tarea fácil. El exponerse a los contagios y la falta de recursos económicos han sido algunos impedimentos para lograr llegar a todas las familias que necesitan de ayuda, que lamentablemente, cada vez son más. Así lo cuenta Luis Ramírez (52), presidente de la Junta de Vecinos n°7 en Mejillones. “Nosotros hicimos un catastro (…) y tengo como 300 familias que necesitan comida y ropa”, dijo Ramírez.
La organización entre vecinos ha logrado ayudar a varias personas de los barrios de Mejillones, quienes, entre lo que pueden y tienen, se las arreglan para estar siempre presentes. Rosa Moreno (54), quien se describe como mejillonina de corazón, trabaja en las juntas vecinales y es administradora del Condominio Costa del Desierto n°1, “ha sido complejo, no hay más opción que ayudarse entre nosotros mismos con mercadería”, relata.
Esta solidaridad también se manifiesta en la junta de vecinos donde Luis es dirigente. En este lugar gracias a las donaciones de una amiga que es dueña de un supermercado local, arman cajas con comida para entregar a sus vecinos. Pero eso no es todo. Ramírez se ha dedicado a sanitizar los barrios y antejardines de sus vecinos con productos de limpieza, gracias a las donaciones entregadas por Oxiquim en varias ocasiones.
Existe una generosidad sin límites por parte de estas juntas, quienes intentan ayudar a los demás de todas las formas posibles. Tanto así que en los condominios donde ayuda Rosa Moreno, pronto se realizarán talleres deportivos de voleibol, fútbol y básquetbol para ayudar a sus vecinos a resistir el encierro, además de un concurso de preparación de comida, en donde incluso, se están consiguiendo un chef.